Cambiemos el rumbo: de la frivolidad al liderazgo político por valores
Cambiemos el rumbo: de la frivolidad al liderazgo político por valores
Como he expuesto en diferentes entradas de mi blog www.Leadersofnow.org sigo reflexionando sobre la política actual. Vivimos tiempos convulsos, donde parece que la política se ha desviado de su propósito fundacional de servir a los ciudadanos. Demasiado a menudo presenciamos actuaciones orientadas a captar la atención mediática, con mensajes cortos y simplistas que buscan los titulares, pero no profundizan en las verdaderas soluciones.
Son tiempos políticos de confrontación, con “tuits“, titulares, el “tú contra mí y yo contra ti“, el “todo vale para erosionar al contrincante“. Se confunde al contrincante diciéndole que es el adversario, se acusa a los demás de ser culpables de todo sin asumir ninguna responsabilidad, se normaliza la corrupción, los votos… ¡Ay, los votos!…
Se ha extendido una dinámica de superficialidad y frivolidad, alimentada por programas televisivos y plataformas que fomentan la vulgaridad y el entretenimiento vacío, en lugar del verdadero debate de fondo. Estamos demasiado ocupados distrayéndonos con “influencers” y contenidos que adormecen las mentes, en lugar de cultivar ciudadanos críticos y formados. Está claro, es así como los gobernantes y quienes influyen en los que gobiernan pueden llevarnos por donde ellos deciden en función de sus conveniencias.
Paralelamente, prolifera un discurso demagógico que se recrea en generalizaciones injustas y eslóganes simples, en lugar de afrontar la complejidad de los retos reales con rigor, honestidad y propuestas serias. Parece que hablamos más de quedar bien mediáticamente que de asumir responsabilidades y comprometernos en cuerpo y alma a resolver los problemas.
Necesitamos un cambio de paradigma en el ejercicio de la política. Unos líderes que dejen de lado la agenda partidista y el juego de culparse unos a otros. Que practiquen la empatía y la vocación real de servicio público. Que basen sus actuaciones en valores sólidos como la ética, la responsabilidad, la profesionalidad y la justicia social. Un liderazgo transformacional que ponga a la ciudadanía en el centro y se focalice en darles lo que realmente necesitan: oportunidades, sanidad, educación, cultura, seguridad y un proyecto ilusionante.
Tragedias como la que vivimos en la Comunidad Valenciana ponen de relieve esta necesidad inaplazable. Se necesitan menos fotos y comparecencias vacías de contenido, y más compromiso sincero para ayudar y reconstruir. Menos estrategias políticas calculadas, y más valentía para asumir errores y encabezar el verdadero cambio que reclama la sociedad.
Es la hora de los verdaderos líderes por valores. De los que practican lo que predican y ponen a la ciudadanía por delante de todo. Construyamos juntos este liderazgo de valores que el mundo necesita.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.