A menudo se utiliza indistintamente la palabra directivo y la palabra líder.
Son, sin embargo, conceptos totalmente diferentes.
Todos las organizaciones tienen directivos. Son personas a las que se les asigna una responsabilidad en la organización.
El líder es una persona que puede ser directivo o no. Son personas que saben definir metas, establecen buenas relaciones, funcionan por valores, ilusionan y crean equipos para conseguir que juntos grandes objetivos.
Pero las organizaciones están llenas de directivos sin liderazgo y de líderes sin responsabilidades directivas.
El reto de las organizaciones es tener directivos que sean líderes. Y esto debe convertirse en todos los tipos de organizaciones.
El líder no nace sino que se hace. Por lo tanto, todos podemos aprender a ser líderes. Por ello es necesario e imprescindible querer serlo. Y para querer aprender, hay que dedicarse a ello, con coraje y mucha humildad.
Es frecuente encontrar directivos aislados de sus compañeros, incapaces de crear equipo. También es frecuente encontrar directivos con actitudes altivas o prepotentes y despectivas. El motivo principal es su inseguridad que los hace desconfiados. La primera desconfianza es en sí mismos y esta desconfianza es la que se transmite a los compañeros.
El directivo que no ha desarrollado su liderazgo, es simplemente un responsable de una organización que no cumple la primera regla básica: hacer equipo. Y sin equipo no se alcanzan los objetivos.
Las organizaciones que funcionan bien, son aquellas que tienen directivos líderes.
Esto significa que asumen sus responsabilidades, con humildad, definiendo grandes objetivos e integran a todos los miembros y haciendo equipo. Sólo así, las personas se sienten cómodas en las organizaciones y se crean grandes proyectos.
Los cambios que vive nuestra sociedad, son muchos y son rápidos.
Es pues, cada día más urgente formar a los directivos como líderes. El proceso es individual y normalmente difícil.
Conseguir directivos que sean líderes debe llegar a todas las áreas de nuestra sociedad: política, empresas, cuerpos de seguridad y emergencias, ong’s, medios de comunicación, entidades sociales …
Este es el verdadero reto.
Disponer de directivos, que sean responsables de organizaciones, proyectos y personas, que funcionen desde su yo más completo y desde aquí, dirijan por valores :, profesionalidad, transparencia, respeto, lealtad y humildad.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.