El líder debe ser imperfecto, y lo sabe
El líder debe ser imperfecto, y lo sabe
Somos muchos los que trabajamos incansablemente para fomentar la cultura del liderazgo. Sabemos que es importante ser líder y que se puede aprender a serlo. También siendo imperfectos.
Cuando explico en sesiones y conferencias cuáles son las características que tiene el líder, los oyentes me dicen que es imposible de alcanzarlo. Yo enumero algunas de las competencias que se deben desarrollar para ser líder.
El líder aprende, sabe escuchar, tiene visión, sabe definir objetivos grandes, sabe hacer equipo y sabe ilusionarlo, promueve el crecimiento y el conocimiento de todos los miembros del equipo, es ético, es humilde, tiene coraje. ..
Ciertamente son muchas las competencias que el líder debe tener y como he dicho, muchas de ellas se pueden aprender. No tiene nada de fácil, pero es posible.
La mayoría de los altos directivos que se han comprometido con su liderazgo, se auto-exigen el cumplimiento de todas estas “virtudes”. Y es aquí cuando debemos destacar que de igual forma que promovemos el liderazgo en todos nosotros, también tenemos que decir, que no tenemos que hacer de este proceso, una carga imposible de sostener.
El líder sabe que no es bueno en todo. Conoce todas sus fortalezas y sus debilidades. Trabaja para mejorar en lo que no es bueno. Pero lo más importante es que sea consciente de ello.
El líder combina el coraje y la humildad. Tiene la fuerza de voluntad de comprometerse con la mejora continua y es humilde para saber que no es perfecto.
El líder se rodea y hace equipo con personas que tienen, –de igual forma que él-, fortalezas y puntos débiles. , Sabe sacar lo mejor de los miembros de su equipo para la organización y reconoce sus propias debilidades ante ellos sin ningún tipo de problema. Lo que no sabe hacer o con lo que no es bueno, lo dice o lo muestra a los demás. Es así como entre los diferentes miembros hacen el mejor equipo.
Este concepto que puede parecernos evidente o simple, es uno de los puntos más difíciles de saber cumplir el directivo.
Vivimos en un mundo en el que todo el mundo se esfuerza por mostrar lo mejor de sí mismo. A veces sobre-actuando. Y especialmente disimulando las propias debilidades.
Todos debemos saber que mostramos a los demás, nuestras inseguridades. Y lo hacemos porque nos esforzamos en disimularlas. Para hacerlo, o bien sobre-actuamos, o disimulamos o lo escondemos. Todo ello son actos que nos delatan.
Como líderes debemos saber quiénes somos. Puntos fuertes. Puntos débiles. Y sobre todo debemos saber descargarnos del peso, de querer ser el líder perfecto.
Está claro que esto no nos puede hacer olvidar la importancia de querer ser líder y aprender a serlo, mejorando cada día con compromiso y esfuerzo. Nosotros y nuestros colaboradores, internos y externos de la organización lo agradecerán. Y nosotros poniendo el esfuerzo y la preocupación para serlo en su justa medida, también.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.
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