El líder: la comunicación más allá de las palabras
Han corrido ríos de tinta hablando de comunicación. De hecho, como seres sociales que somos, la comunicación ocupa un espacio importante en nuestras vidas.
Son muchas los elementos y aspectos que cuentan en la comunicación:
• Las palabras y la necesidad de que comprendamos, emisor y receptor, el mismo significado.
¿Cuántas veces nos hemos planteado si la palabra que pronunciamos tiene el mismo significado para nosotros que para quien las recibe?
A menudo hablamos sin poner demasiada atención en lo que decimos …
• El tono, la intensidad e incluso, la velocidad en la expresión
No considero necesario dedicar más atención a este aspecto porque todos sabemos cómo cambia el significado de una palabra en función del tono con que se pronuncia.
Hay múltiples tipos de tono (alegre, triste, enojado, relajado, nervioso, tenso, impaciente, crítico, con acuerdo, de humor ...).
La radio y el teléfono son muy buenos ejemplos pues a través de la voz y sin ver la imagen de la persona, podemos adivinar su estado emocional.
Hay que tener en cuenta, en cómo el receptor percibe el tono en función de su propio estado. No siempre recibimos el tono con la intención con el que se ha emitido.
• Los silencios
Los silencios son una forma de comunicación.
No pronunciar palabras o no responder es una forma muy potente de comunicación.
Los silencios nos impactan a todos pues son la expresión de múltiples razones y emociones.
Podríamos profundizar mucho más en los diferentes aspectos de la comunicación (construcción y longitud de las frases, palabras y diversidad de ellas, empleadas …)
Pero en el campo de liderazgo, hablar de comunicación nos obliga a tratar la escucha activa. Esta va mucho más allá de lo que dicen las palabras y los silencios, del tono, la intensidad y de la expresión.
Cuando cualquiera de nosotros nos sentimos inseguros, tenemos la necesidad de escuchar la literalidad de las palabras.
Y es en este punto donde el líder debe aprender a leer lo que dice “el sistema“, es decir lo que se dice más allá de las expresiones.
No es un ejercicio fácil de hacer, porque nuestras propias inseguridades personales nos limitan a escuchar lo que es literal y a pedir lo que es tangible.
Fijémonos en cuantas veces no nos creemos respuestas como: “estoy bien“, “me siento cómoda en el trabajo“, “te creo”, “tenemos buena relación”…
En muchas ocasiones respondemos con una respuesta “formal”, aún sabiendo que no es así.
El líder ejercita la escucha activa más allá de las palabras.
Todos podemos y debemos ser líderes y todos podemos aprender a leer más allá de lo que habitualmente, llamamos de forma convencional: comunicación. Leamos y comprendamos el contenido real de lo que hay dentro de los equipos y en las relaciones.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.