
Liderazgo transformacional o liderazgo por valores en la selección de personal
Si hacemos una mirada atrás y nos situamos en el año 2007, los procesos de selección de personal valoraban especialmente el conocimiento y el talento de las personas.
Quienes defendemos que el principal valor de las organizaciones (empresariales, sociales y políticas) son las personas, hablamos de dar valor al conocimiento adquirido ya las competencias que han aprendido, practicado e incorporado a lo largo de su trayectoria personal y profesional.
A partir del año 2007, con el llamado efecto “Lehman Brothers” produjo un cambio radical de tendencia. Los mileuristas volvieron a ser una realidad después de haberse considerado una etapa superada.
La realidad económica actual es más compleja que nunca.
El efecto que tienen los pocos grandes fondos de inversión en el mundo, –propietarios de la mayor parte de grandes empresas-, priorizan sobre todo los resultados económicos, independientemente de lo que les ocurra a los trabajadores, a las pymes y en general a las personas “normales” que vivimos en un mundo que, casi ninguno de nosotros, comprendemos.
Los resultados esperados por un fondo de inversión deben ser los mejores posibles para poder vender al máximo precio o para obtener la mayor rentabilidad.
Es por ello que los empleados que se han esforzado cada día, si es necesario, para alcanzar estos objetivos, son despedidos sin ningún tipo de miramientos.
Y todo esto tiene un impacto en todos los niveles a los empleados y a los profesionales.
Este verano fue noticia la empresa Factorial -leer noticia en uno de los medios que se hizo eco- (empresa barcelonesa de 1000 empleados que hace software de recursos humanos para pymes) en uno de sus últimos pódcast especializado en la gestión empresarial. Los directivos bromearon sobre los despidos que habían hecho. Se rieron explicándolo. La empresa despidió a una veintena de empleados tras recibir 120 millones de euros de inversión en octubre y la empresa fue valorada en 1.000 Millones de euros. No les bastó con “reírse” de los despidos, que uno de sus directivos, afirmó: “Creo que algo que se valora mucho, demasiadas veces, es el conocimiento. Es como decir, como ‘esta persona lleva cinco años, tiene tanto conocimiento que si se va, lo perdemos’, ¿no?”. “Yo creo que lo tendemos a sobrevalorar demasiado el conocimiento. La gente aprende muy rápido, muy rápido. O sea, una persona que tiene sus ganas, que tiene la motivación y que se quiere comer el mundo, en dos semanas ha aprendido gran parte de lo que necesita para hacer su trabajo”.
El hecho de que una empresa focalizada en la selección de recursos humanos, actuara así es la muestra más clara de lo que estamos viviendo respecto al trato a las personas: desprecio absoluto a las personas y al conocimiento.
Podríamos decir que este ha sido un caso, desgraciado, pero poco frecuente.
Voy a hacer una reflexión más en este sentido.
¿Han intentado entrar en una plataforma de ofertas de trabajo y mirar la valoración de un puesto de trabajo de un abogado senior, por ejemplo? Encontraremos sueldos de 20.000 -25.000 €, muchos de ellos encubiertos como trabajo a tiempo parcial o trabajo telemático. Una vez más: desprecio absoluto a las personas y al conocimiento.
¿Quiénes hacen las ofertas (lo son la mayoría) han pensado el esfuerzo, el dinero y los años de trabajo invertidos para lograr una buena cualificación profesional?
y…
¿Se ha preguntado qué cobra un médico que acabado incluso la especialidad y ha aprobado el MIR? ¿Le ha preguntado cuántas horas trabaja cada semana?
¿Saben cuántas horas y a qué sueldo trabajan estos profesionales que tienen en sus manos la vida de las personas? Estancias de guardias de 24 o 48 horas para sacarse un sueldo digno por vivir.
¿Realmente somos conscientes de lo que se juegan con un mal diagnóstico?
Más allá de la salud o de la vida de los pacientes, se pone en juego un posible proceso judicial que les puede cerrar las puertas de por vida, aparte de los correspondientes cargos de conciencia, sin tener ninguna culpa real por las condiciones con las que trabajan. Desprecio a las personas y al conocimiento.
Añadiré un elemento más, que muchos de mis amigos y ex-clientes me cuentan:
Los procesos de selección de personal son exigentes (lo que valoro muy positivamente) y ofrecen sueldos mucho más bajos que en 2007. En muchos casos, los responsables del proceso de selección una vez han optado por uno de los candidatos entrevistados, ni siquiera comunican a los demás candidatos que no han sido seleccionados. ¿No sería lo normal que quienes han seguido un proceso de selección, por respeto, recibieran una comunicación de que no han sido los seleccionados? Una vez más, desprecio a las personas y al conocimiento.
Y otra “modalidad” que se presenta últimamente:
Diversas personas me han explicado qué pasan procesos de selección que acaban sin seleccionar a ninguno de los candidatos del proceso.
¿Por qué? Pues porque finalmente la empresa considera que no tenían claro el perfil que buscaban o ni siquiera lo necesitaban.
¿Realmente el tiempo y el esfuerzo de los aspirantes no tiene valor? Volvemos a encontrarnos con el desprecio a las personas y al conocimiento.
Y para terminar de completarlo,
Se dan casos en que se piden “proyectos profesionales trabajados” como una de las pruebas del proceso de selección. Conozco a candidatos que han dedicado semanas o fines de semana enteros a preparar el proyecto pedido como prueba final. ¿Es una forma de seleccionar? ¿O es una manera de obtener conocimiento de forma gratuita? Volvamos con el desprecio a las personas y al conocimiento.
Hemos llegado a la etapa de la inteligencia artificial (IA). Se ha abierto un gran debate sobre cómo afectará a las empresas y a las plantillas. IA significa que el saber de un ordenador es mayor que las capacidades intelectuales y creativas de las personas.
Ya sabemos de compañías (en este caso americanas) que han despedido a toda la plantilla por sustituirlos por la IA. De nuevo, la tecnología llega para responder solo a intereses económicos y una vez más podemos hablar de desprecio a las personas y al conocimiento.
¿Cómo será de verdad el futuro de la humanidad?
¿El futuro de las pequeñas y medianas empresas?
¿El futuro de cada persona?
Y muchos de nosotros, anónimos en medio de un mundo tan complejo, seguimos defendiendo que la única forma de funcionar es a través de las acciones por valores, en las que las personas se traten con respeto, donde el conocimiento es relevante y las relaciones humanas son y deben ser lo más importante en nuestra sociedad.
Quién sabe si la IA será capaz de sustituir a las empresas de selección de personal y lo harán con más valores que algunas de las actuales.
¿Quién sabe si la IA tratará con respeto a los candidatos?
Nos es difícil de imaginar un mundo en el que los trabajos podrán ser hechos por personas y quién sabe cuáles serán las ocupaciones nos quedarán para ejercer.
Si sabemos cómo hacer posible convivir con la IA, puede crear un mundo mejor.
Puede que podamos dedicar nuestro tiempo a compartirlo con las personas y nos relacionemos con más calidad.
Quien sabe…
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.