Liderazgo: aproxima a la sostenibilidad
Cada día conocemos a través de los medios de comunicación la importancia la sostenibilidad y de implicarnos todos para detener el cambio climático. Y son muchas las entidades que informan, forman y dan apoyo para facilitarlo.
Los gobiernos hacen discursos sobre la importancia de implantar medidas para evitar la emisión de gases de efecto invernadero y la utilización de energías renovables. Nos hablan de economía circular, de reciclar y reutilizar, del consumo responsable, de los productos de proximidad, de utilizar el transporte público, de evitar los vehículos privados…
Pero la vida cotidiana pasa lejos de lo que nos hablan y de lo que todos hablamos y considero que existe una gran distancia las palabras y las acciones que emprenden los distintos gobiernos e incluso los ciudadanos que nos consideramos más sensibles en estos temas.
Vivimos una crisis económica debido a los elevados precios de la energía que empezó meses antes de la barbaridad humana que es la guerra en Ucrania. Las causas son múltiples y entre ellas las hay las geopolíticas. Pero estoy segura de que una de las causas principales es que se ha puesto de manifiesto la necesidad de poner el límite en el uso de las energías provenientes de combustibles fósiles en industrias, comercios, servicios y ciudadanos para forzar el paso a las energías renovables. Países como Estados Unidos o China (países altamente contaminantes), están vendiendo y por tanto haciendo negocio con los fondos de energía clásicas pues todavía los tienen, mientras transforman su país por el uso de energías verdes.
La urgencia por el cambio total de modelo es de todos. También para Europa.
El planeta se destruye cada día y lo hace a gran velocidad. Es cierto que el planeta tierra evoluciona de forma natural como lo ha hecho a lo largo de la historia, pero es indiscutible que desde la revolución industrial lo hace con intensidad a causa de la actividad humana.
Mi reflexión de cada día es sobre este “gap” entre el decir y el hacer de todos.
Y para eso sólo hace falta hacernos algunas preguntas:
• ¿Los diferentes niveles gubernamentales están dando facilidades reales para transformar las empresas y las viviendas y nuestra vida diaria para hacerla más sostenible?
Basta con ver la complejidad de los famosos PERTE (ayudas europeas) que hacen que sea prácticamente imposible utilizarlos por parte de las pequeñas y medianas empresas. El tiempo pasa rápido, las empresas no pueden asumir las cargas de los costes de la energía y además el planeta se destruye.
• ¿Las empresas y las viviendas reciben ayudas efectivas para poder utilizar energías renovables?
• ¿Disponemos de transporte público efectivo para evitar el transporte privado?
La respuesta es que no. Las empresas, las industrias se están ahogando con los elevados precios que deben pagar por la energía y además no pueden invertir en transformarse para ser realmente sostenibles, pues tienen suficientes problemas para pagar la luz y el gas.
Y respecto al transporte público sólo es necesario comprobar el precio y disponibilidad del billete de Renfe entre Barcelona y Valencia por ejemplo para comprender la causa de los importantes atascos en la autopista AP7. La falta de vías para trenes rápidos de pasajeros y para mercancías llena de vehículos privados y camiones el eje mediterráneo con la contaminación y riesgos que conlleva. El precio de los billetes son excesivamente elevados para la población.
¿Cómo eliminar el “gap” entre el decir y el hacer?
La respuesta está una vez más en formarnos y transformarnos a través del desarrollo de liderazgo transformacional y deben hacerlo especialmente quienes tienen responsabilidades ante la ciudadanía para trabajar por valores: compromiso, efectividad, respeto al planeta ya las personas y justicia social.
El planeta, todos los seres vivos y nuestros hijos lo piden con urgencia. Hagámoslo.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.