El grito y el silencio. ¿Pueden ser coincidentes?

El grito y el silencio pueden ser dos formas de la misma expresión. Reflexionemos sobre ello.

¿Cuántos de nosotros no nos quitamos muchas mañanas con la necesidad de gritar al mundo?

Personalmente, muchas mañanas siento la necesidad de abrir la ventana y gritar:

Justicia! Bondad! Respecto! Verdad! Responsabilidad!

Recibimos información por muchos canales. Los que tenemos interés por la actualidad, leemos periódicos de formato tradicional y digitales locales, nacionales e internacionales. Escuchamos las radios, y seguimos las redes sociales.

Cada día se generan noticias muy duras.

Hoy por ejemplo:
• El durísimo maltrato a un bebé.
• El asesinato de una mujer en manos de su pareja.
• La agresión sexual.
• La muerte de personas que buscando comida para sobrevivir, muriendo en medio de un gélido mar.
• Campos de refugiados con condiciones infrahumanas.
• Incendios provocados por la pobreza energética.
• Salvajes robos en casas particulares,
• Médicos que sólo pueden dedicar unos pocos minutos o segundos en cada paciente.
• El levantamiento del muro que separa países y personas.
• Acusaciones por delitos inexistentes.
• Políticos presos. ..
y el vacío, la superficialidad y la demagogia de la política y de las correspondientes tertulias.
Son estos hechos, y muchos más, los provocan el dolor más profundo a las personas normales y corrientes que sólo deseamos vivir en un mundo justo y en paz.

Y … ¿por qué hablo del grito y del silencio y me pregunto si pueden ser el mismo?

Para mí la sociedad de hoy cuenta con un nuevo elemento que provoca mucho dolor.
Bien sea a través del grito o a través del silencio.

La sociedad ha permitido e incluso ha fomentado la emisión de juicios descarnados.
Insultos y falsas acusaciones.
Verdad o mentira. Tanto vale.

Lo hacen los políticos y lo hacen los medios de comunicación, los opinadores, los tertulianos y también lo que llamamos sociedad, entendida como un conjunto de personas sin ponerles ni nombre ni cara.

Hoy, se grita al mundo  a través de redes sociales y  de los medios de comunicación en medio de muchísima información.

Algunas veces se grita con ruido. Otras veces se grita en silencio.

Y el grito sonoro genera motivos para tener que aumentar el volumen del grito.

Sólo hay que mirar los hilos de los twits o comentarios de Facebook, para ver la gran cantidad de mentiras y comentarios que juzgan las opiniones que se emiten: insultos, falta de veracidad y falta de respeto.

También el silencio provoca juicio. No pronunciarse a favor del concepto o #hashtag de moda, también genera juicio.

Curiosamente, lo que no genera juicio es hacer seguidismo de los “trending tópics“, independientemente de si es cierto o no, si tiene contenido o no, si se ajusta a la realidad o no.

Fijémonos en cuál ha sido el twit más retuiteado del mundo:

Es difícil de comprender que un comentario sobre nuggets, genere 18 Millones de retuits.

Una de las opiniones más extendidas es que quien quiere ser activo en la red debe saber ser inmune a los insultos, juicios y falta de respeto.

¿Nos damos cuenta de lo que implica aceptar esta afirmación?

Así pues, una se pregunta si el silencio es también un grito. Es una forma de no hacer seguidismo de una manera de ser y de hacer que no se comparte. En definitiva es no compartir ni aceptar la falta de valores de una parte de la sociedad de la comunicación.

Como persona comprometida en la implantación del modelo de Liderazgo transformacional como una manera de ser y de hacer en nuestra sociedad, no puedo por menos que compartir algunas reflexiones:

• Sólo tiene sentido intervenir y comunicar de forma respetuosa y por tanto ajustándose a hechos reales.

• Es imprescindible respetar las opiniones.

• Hay que ser exigente en la veracidad. La que transmitimos, la que recibimos y lo que opinamos.

• Sólo se pueden hacer intervenciones que en ningún caso provoquen daño a terceros.

• Podemos intervenir y opinar si realmente consideramos que aportamos contenido y no contribuimos a aumentar el ruido vacío.

• Podemos dejar de mirar el ranking de likes. Somos como somos. Somos lo que somos. Nunca seremos mejores por el número de likes.

Y si. Sigo pensando que me gustaría gritar al mundo, que podamos expresarnos a través de cualquier medio en un mundo respetuoso. También si lo deseamos, desde el silencio. Debatiendo sin juicios.

En definitiva, es un grito a una sociedad fundamentada en valores. El camino es largo, pero sólo podemos contribuir cada uno de nosotros de forma individual.

Esta es mi reflexión y también un grito al dolor que provoca la falta de valores y la necesidad de vivir en una sociedad respetuosa con todos.

Sólo así podremos contribuir a no hacer más daño, en un mundo que ya tiene bastante.