Liderazgo para innovar
En el mundo trepidante en el que vivimos, la competencia marca parte de nuestras acciones profesionales.
Internet nos pone al alcance mucho conocimiento del que se crea en el planeta. Son millones los cerebros que simultáneamente piensan, crean y por tanto, innovan.
Innovar “solo” para innovar no tiene sentido.
Tiene sentido innovar para hacer nuevos productos y servicios que tengan como objetivo final mejorar la vida de las personas.
Se innova para hacer mejores productos, mejores procesos productivos y mejores servicios. La innovación debe contribuir forzosamente a hacer un mundo mejor.
» ¿Pero, cómo conseguimos innovar?
» ¿Qué necesitamos las personas para ser capaces de innovar?
Se necesitan fundamentalmente los elementos principales que forman el liderazgo:
› Para innovar hay que “saber”. Es importante tener conocimientos de algunos de los campos técnicos: química, biología, medicina, ingeniería, telecomunicaciones, matemáticas, carpintería, psicología, metalurgia o tejidos, por enumerar algunos de los campos de conocimiento posibles de los que podemos partir.
Si al conocimiento científico le añadimos conocimiento en ciencias sociales y humanidades, os resultados que obtendremos serán mejores, porque se adaptará más la técnica a las necesidades más esenciales de las personas.
› Experiencia personal. Haber sido curioso para identificar necesidades y posibilidades.
› Ser observador. Es fundamental saber mirar, escuchar y ver para tener nuevas ideas.
› Ser creativo. Somos creativos en la medida que hemos observado, hemos aprendido y nos atrevemos a crear.
› Sentirnos seguros de nosotros mismos, para permitirnos crear y probar. Sólo si nos permitimos el error podemos innovar. Es un proceso difícil pero se puede conseguir.
Liderazgo e innovación van unidos.
Se pueden aprender las competencias de liderazgo y se puede aprender a ser innovador.
Las personas seremos más innovadoras en la medida que más hayamos desarrollado más competencias de nuestro liderazgo.
No me cansaré de repetir de que el líder no es aquel que consigue el éxito y el reconocimiento social, sino que es aquella persona que logra hacer lo que quiere y lo que hace tiene un sentido para él y para mejorar la sociedad.
Innovamos dando sentido a lo que hacemos, porque este mundo tan competitivo en el que vivimos nos da como elemento positivo, la palanca, para hacernos cada día más capaces de mejorar la vida de todos los que lo formamos.
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.