Talento y conocimiento
Esta semana tuve la suerte de poder participar en el congreso Congreso Impulsa Talentum. Fue un honor formar parte de una plataforma que desde la Fundación Impulsa Talentum trabaja para dar valor al conocimiento y talento. Una fundación que trabaja para transformar palabras en hechos.
Éste es un hecho relevante en una sociedad donde estos conceptos están en boca de muchos de los que tienen responsabilidades políticas, gubernamentales, organizacionales y empresariales pero pocos pasan a la acción.
No podeis imaginar las veces que me he sentido menospreciada para crear este discurso:
“el de creer verdaderamente en el conocimiento, el de dar el máximo apoyo al talento y la necesidad y la posibilidad de actuar por valores y no sólo de hablar de ello”
Pero creo firmemente en ello y seguiré haciéndolo mientras viva.
El miércoles escuchaba la conferencia sobre valores que pronunció Lluis Bassat Sentí admiración y emoción al verse hecha realidad, mi máxima: “los mejores resultados se obtienen trabajando por valores”.
¡Fueron tantas las intervenciones brillantes!
Al terminar nuestra mesa “El futuro entre talento y innovación” , moderada por Cinta Lacasa y acompañada de dos personas sabias, Stefano Lacaita y Xavier Cassanyes uno de los comentarios que escuchamos fue: “os lo han pasado bien”, y “ha sido muy interesante“.
Más allá de las aportaciones que hicimos, (quiero reconocer con sinceridad que mis compañeros son realmente brillantes), la mesa fluía.
En un momento determina Stefano y Xavier hablaron de que tocaban jazz. Al escuchar sus palabras recordé haber visto por casualidad el ensayo de un concierto de música clásica en un anfiteatro romano en Sicilia. Los miembros de la orquesta no deberían conocerse, debían partir de países o orquestas diferentes. Era claro que eran profesionales, pero no eran equipo, no había armonía en la ejecución de la sinfonía.
Los miembros que formábamos la mesa “Un futuro entre el talento y la innovación” no nos conocíamos previamente. No nos habíamos visto nunca las caras. No habíamos hablado. La moderadora, Cinta Lacasa había hablado con nosotros de forma individual. No habíamos preparado con literalidad las preguntas…
La mesa fluyó con una conexión como si hubiéramos trabajado juntos toda la vida. ¿Cuál era el motivo? ¡Compartíamos valores!: conocimiento, talento, respeto, rigor, compromiso, humildad, bien común. La moderadora, -brillante-, lo supo y permitió que la mesa fluyera naturalmente.
Y esa es la magia que puede hacer posible avanzar hacia una nueva forma de hacer y de ser nuestra sociedad. Trabajar por valores. Crear conocimiento. Dar soporte al talento. Conectar. Dar sin esperar. Comprometerse por avanzar.
Y es así que se crea la armonía ya sea tocando jazz, música clásica, dando conferencias y congresos o dirigiendo organizaciones.
Bru Recolons cerraba el congreso emocionado. ¡No había por menos!
Solo queda felicitar a todo el equipo organizador del congreso y a. Fundació Impulsa Talentum por todo lo que está haciendo para mejorar nuestra sociedad. Es mucho más importante de lo que podemos imaginar.
Esto es liderazgo. Es tiempo de liderazgo transformacional. Sigamos!
En mi blog comparto reflexiones y pensamientos sobre los fundamentos que han de garantizar el buen funcionamiento de las organizaciones, situando en el centro a las personas y poniendo énfasis en la dirección por valores y en el liderazgo de los directivos.
En un momento como el actual, el respeto, la potenciación del talento y el establecimiento de relaciones de confianza son necesarios para el éxito de las empresas.
Moltes gràcies per tot.
Ho farem gran, impactant i útil!
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